Construyendo mi sendero de vida.
Llegar a convertirme en lo que hoy soy, no ha sido una tarea para nada fácil. Todo ha sido fruto de un proceso constante que indudablemente a través de mis acciones y la manera como voy desenvolviéndome al enfrentar situaciones cotidianas, demuestran que he mejorado. Mi propósito con este texto es poner a la disposición de los lectores interesados, una porción de mi vida, un pedacito de mi historia en la que son muchas las personas que han contribuido a mi formación de forma directa o indirecta; una historia que ha tenido como epicentro de los mejores momentos de mi vida mi ciudad natal, esa pequeña parte del mundo en la que Dios me concedió la dicha de nacer, del cual hablaré más adelante. Además deseo hablar aquí de mi proyección futura, lo que estoy construyendo ahora, en el presente.
Pues bien, mi nombre es María Camila Franco Rosero nací el 6 de enero de 1998, en el municipio de Tumaco en el departamento de Nariño, (Colombia). Tumaco es una tierra excepcional cuenta con una reserva de recursos naturales representados en la riqueza de su flora y fauna. Esta tierra está llena de gente alegre, risueña, con sueños e ilusiones. Pese a las vicisitudes dadas a causa de alteraciones del orden público, yo no la cambio por nada, es decir me siento orgullosa de ser nativa de este lugar y de tener la fortuna de decir que puedo contemplar las maravillas de la naturaleza que cada amanecer y atardecer a la orilla del mar Dios nos regala a los pobladores de ésta hermosa tierra, a la cual la llaman la perla del pacifico.
Cuando aún vivía en Tumaco, pues ahora por motivos académicos tuve que trasladarme a la ciudad de Cali, mis padres me comentan que a la edad de 5-6 años aproximadamente, cuando iba junto a ellos y mi hermana al Morro, que así se llama la playa de mi municipio, yo era muy temerosa no dejaba que me llevaran, así fuese cargada, con ellos hasta un lugar más profundo en el mar, dicen que me quedaba en la orilla jugando con la arena y con las olas que atracaban. Era una época excepcional de mi vida y aunque no la recuerdo con detalles, en mi mente conservo las recopilaciones de los relatos de mis padres, abuelos, tíos, y primos mayores, quienes han significado para mí y para este escrito, la fuente más inmediata para reconstruir este lapso de tiempo de vida.
Al refrán popular “nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde” yo le haría una pequeña modificación pues creo es algo radical, yo diría mejor “nadie valora lo que tiene hasta que se percata de su significado”. A mí me pasa esto, lamentablemente ahora que estoy lejos reparo lo mágico que es vivir cerca del mar, y poder disfrutar todo tipo de espectáculos que escenarios como estos ofrecen, la comida, la música, la alegría, las festividades etcétera. Ahora, verdaderamente valoro estas maravillas que Dios a través de la naturaleza nos regala con el fin de proporcionarnos paz serenidad, tranquilidad y felicidad. Esto es lo que me transmite volver a mi casa y visitar estas playas y a mis seres queridos, sin duda alguna me hacen olvidar las preocupaciones y el estrés de todo un semestre de arduo trabajo perseverancia, caídas y triunfos que pude haber experimentado estando lejos de mi hogar.
En mi tiempo libre me agrada mucho tocar la guitarra, hacer planes de paseos con mi familia y leer obras literarias, como también artículos de índole científico, pues no puedo desconectarme completamente de mi proceso de formación profesional. En este último punto, es decir en la lectura quiero detenerme un poco, y hacer remembranza de ese momento en que poco a poco aprendí a leer y a plasmar mis ideas en un papel. Ahora lo hago de forma espontánea pero hubo un momento que el haber aprendido a hacerlo significó una de mis mayores hazañas. Difícilmente lo recuerdo porque estoy hablando de un hecho que más o menos ocurrió hace unos 12 años, en mi memoria guardo algunos momentos significativos de este importante momento y de mis motivaciones de aquellos tiempos.
Desde siempre me he sentido atraída por aprender; significa para mí un reto descubrir nuevas cosas, hacer uso de mi curiosidad constantemente fue lo que de manera muy primitiva me llevo a concatenar sílabas formando palabras con sonidos muy interesantes en su momento para mí. Cuentan mis padres que mis inicios en la lectura estuvieron marcados por la observación y asociación de significados, yo decía saber leer pero a decir verdad no lo hacía solo repetía las palabras correspondientes a los logotipos que observaba y que eran muy representativos para mí de alguna manera como marcas de productos comestibles, de aseo, escolares etc. Pues una etapa inconsciente pues sin darme cuenta estaba escalando mi primer peldaño en el proceso de la lectura, cuando entre al grado preescolar en la escuela integrada numero 3 yo ya tenía un bagaje en la lectura, asociaba silabas y palabras y apresar de no conocer su escritura estaba en la capacidad de determinar su significado gracias a la simple observación motivada por mi asombro y curiosidad por saber lo que eran.
Bien, ahora estoy aquí, en la ciudad de Cali en la Universidad Icesi. Una universidad que me ha acogido con amor, que me ha abierto sus puertas para lograr mi formación profesional y en la cual he conocido personas maravillosas con valores humanos muy bellos, con conocimientos de las ciencias muy amplios y con toda la paciencia y la dedicación me han aportado muchas cosas buenas para mi formación integral esto es académica y personal. Durante la construcción de mi autobiografía he hecho una retrospección de mis tiempos de infante, hilados entre una historia y otra en capítulos pasados. Aquí puedo decir que ya tengo mi proyecto de vida visualizado en épocas de colegio más cerca de convertirse en una misión cumplida.
Desde el colegio he venido construyendo un listado de sueños metas y propósitos algunos de los cuales hoy ya son una realidad, otros tal vez, tendrán que esperar un poco más, pero de lo que estoy segura es que en este momento puedo decir que parte de mis ideales se están cumpliendo prueba de ello es hacer parte de la comunidad universitaria Icesi adelantando estudios de Química farmacéutica. Me siento muy feliz por este logro, puesto que gracias a mi esfuerzo y al apoyo de mi familia ingresé aquí y me mantengo firme en mi propósito de salir adelante. El programa de química farmacéutica me apasiona mucho puesto que gracias al contenido del pensum he tomado cursos en los que he comprendido el funcionamiento de diversos procesos biológicos y químicos, los fundamentos de las ciencias y otros aspectos que me han llevado a descubrir lo maravillosa que es la naturaleza y que me motivan a vencer las dificultades académicas y continuar adentrándome en el mundo de la ciencia.
Finalmente, considero que el realizar actividades de este tipo son sumamente interesantes y con una razón de formación muy amplio. Sin duda alguna, la elaboración de este escrito fue un proceso contante no surgió de la noche a la mañana sino que es el producto de varias reescrituras, en ocasiones no lo voy a negar se tornó algo tedioso no obstante ahora que ya está casi terminado veo la recompensa y lo gratificante de ofrecer un texto de esta categoría a mis compañeros de clase especialmente pero también ofertado para cualquier interesado.
La invitación que no puede faltar,la enuncio instándolos a ustedes amigos lectores a vivir cada etapa de sus vidas intensamente, guardando cada momento inolvidable en las mejores cámaras fotográficas: la mente y el corazón, aquí yacen esos cimientos que harán evocar dichos eventos como inolvidables. No vivamos por vivir vivamos para recordar y asi no perdemos el norte del puerto al que queremos llegar.