Leyendo y escribiendo en mis primeros pasos: una fase inconsciente
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La lectura como un ente fundamental del aprendizaje. |
Recuerdo mi infancia como la etapa más bonita de mi vida. ¿me equivoco?
no lo sé, pero de lo que si estoy segura es que no había nada mejor que jugar
días enteros, hacer travesuras, y aprender cada día algo nuevo; quizá no
como exigencia sino por el simple deseo de curiosidad que me despertaba
cada cosa que conocía y de lo cual me asombraba. La lectura no fue la excepción,
fue una de esas habilidades que
desarrolle mediante un proceso tan complejo paro a la vez tan natural y
divertido que pareció un verdadero juego. Cuenta mi mamá que mis inicios en la
lectura fueron a través de la
observación y asociación de significados. Mi historia lectora se daba a partir
del reconocimiento de las diferentes marcas, logotipos, íconos, empaques y
frases de productos de aseo, comestibles, mecatos, y bebidas, que se anunciaban
en los medios masivos de comunicación como la radio, la televisión, los
periódicos, revistas del momento, o simplemente en las cajitas que se
encontraban en la casa las cuales yo decía “saber leer” simplemente porque
escuchaba a los demás que llamaban esos productos por tal o cual nombre.
Según mi mamá cuando íbamos a la tienda por un cubo de “magui,” yo leía
con mucha dedicación varias veces en el empaque la palabra "ma-gui"
solo porque reconocía la gallinita blanca y las inconfundibles letras de esta
palabra. Igual sucedía con el llamativo lorito verde, de pico amarillo posado
en una rama el cual pertenecía al producto Yupi, escrito en unas letras gordas
verdes de bordes rojos. Yo decía leer la
etiqueta Coca-Cola, Col-ga-te, Salsa de tomate Fru-co, Avena quaker; y cuando
me peguntaban intencionalmente para comprobar mi habilidad lectora yo con mucha
seguridad les repetía lo que yo había asociado en mi cerebro como significado;
consecuencia de la escucha y repetición inconsciente que yo hacía de
ellos. Esto se tornaba sorprendentemente divertido... pues me basaba en la
iconografía y no en la grafía. Este último proceso lo desarrollé más tarde cuando mi mamá quien fue
mi primera maestra empezó a enseñarme en casa las letras, empezando por las
inolvidables cinco vocales precedidas por las letras consonantes, con las
cuales posteriormente poco a poco fui adquiriendo destreza para formar sílabas
y para aprender a leerlas correctamente en palabras y frases. Más adelante en la escuela cuando tenía cuatro años, mi maestra de
preescolar y las de primaria me disciplinaron para aprender a leer bien, (es
decir a reconocer la grafía de las palabras) fue así como al terminar mi
grado primero y segundo de primaria ya tenía un completo dominio en
términos de lectura y unas cuantas nociones
muy básicas de la escritura, todo gracias a la cartilla
"Nacho", la cual me brindó ese primer acercamiento a la construcción
de palabras y luego a la generación de ideas con sentido, a través de la
combinación de las mismas.
Hola María Camila, considero que en esta historia debes organizar un poco mas tus ideas para evitar ser un poco redundante en ellas, principalmente en el segundo párrafo, aunque cabe resaltar que sustentas cada idea. Ademas, establecer algunos signos de puntuación que hacen falta.
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